Mural como desafío de producción colectiva, participativa e inclusiva


Dada la buena respuesta de la cohortes anteriores nuevamente se apostó por el formato Mural con producción colectiva, participativa e inclusiva. Y como desafíos pedagógicos se propusieron el ensamble de Dibujo y Pintura y la identificación de técnicas y soportes para cada uno de los asistentes. Se optó nuevamente por una obra de arte universal y en este caso un mural.

El Muralismo es una técnica asociada a la obra unipersonal, un solo artista plasma su obra en gran formato. La mayoría contienen un mensaje socio político que trasciende la época. Podría decirse que el mural expresa al colectivo sin embargo su producción normalmente no es colectiva y en muchos casos no tiene acceso del colectivo. Y justamente aquí se presentó el primer desafío: hacer una producción colectiva. La calidad de colectiva es porque le pertenece a un grupo de personas y es compartido por cada uno de sus miembros.

Esta condición lleva inevitablemente a la participación del conjunto en que todos pueden aportar en las estrategias de producción, expresar opiniones y sugerencias de manera de alcanzar acuerdos. El grupo es al colectivo tanto como la participación a la naturaleza de las relaciones humanas. La participación es intervenir en un suceso, en un acto o en una actividad, es a la vez la comunicación sobre ese acontecimiento o suceso y es también la inversión que una persona hace en un proyecto. Es la capacidad de incidir, de acordar, de compartir y de exponerse.

Una tercera condición es la inclusión porque atiende a las necesidades de todos y especialmente a aquellos más vulnerables, marginados o excluidos. Cada uno de los asistentes dispone de su espacio dentro del mural ya que se usa la modalidad de trabajo de la cuadrícula que sectoriza el área de trabajo. En cuanto a los contenidos la actividad del trabajo final es integradora y transversal, actualiza y genera puentes a la realidad.

Dinámica de Trabajo

Para la confección de la cuadricula se tomó la proporción 9:4 horizontal por vertical con medidas reales por cada una de las secciones de 55 cm de ancho y 60 cm de alto que resultan en un mural de 5 metros de ancho y 2.40 de alto. Respetando la cromía se acordó que cada participante decida material y técnica a aplicar en el canvas de trabajo. A la vez que se enumeraron una serie de consejos para coordinar y articular las labores. Prestar atención a las líneas que se cruzan en otros cuadrados. Las pequeñas diferencias pueden causar que la representación no sea buena. Concentración donde las líneas comienzan y terminan. Las curvas se deben dibujar a mano alzada, pero si hay rectas, se puede usar la regla. Es posible que se pierdan en los detalles mientras se ignoran los rasgos característicos del dibujo.

Es una técnica muy antigua que han utilizado grandes artistas, como ejemplo el estudio cuadriculado hecho por el extraordinario Rafael Sanzio (1483-1520) para su obra “Traslado de Cristo” (1507), que se conserva en la Galleria degli Uffizi (“Galería de los Oficios”) de Florencia, que le sirvió como modelo para copiarlo en la versión definitiva (Acaso, 2010). Cuándo original y copia tienen el mismo tamaño las cuadrículas del original y la copia deben tener el mismo tamaño. Pero si el modelo y nuestro dibujo han de ser de diferente tamaño las cuadrículas de nuestro dibujo serán mayores o menores que las del original pero proporcionales a estas.

Taller de Dibujo y Pintura para Adultos

La Escuela Superior de Bellas Artes Dr. José Figueroa Alcorta a partir del decreto 345/69 cuenta con un programa de cursos de capacitación en formato de taller en Dibujo y Pintura, Cuerpo y Dibujo Experimental, Escultura, Exploraciones a través del Dibujo, Figura Humana, Grabado, Introducción a las Artes Visuales, Paisaje Contemporáneo, Paisaje Urbano y Pintura Acrílica (Figueroa). En distintas modalidades: infanto juveniles, para adultos, anuales, bianuales y en los tres turnos. Este conjunto de talleres nació con la intención de tender puentes a la sociedad y como servicio a la comunidad.

Los talleres de capacitación sirven de instrumento para dividir las opciones del arte en nuestro medio: para aquellos que toman al arte como un hobby y aquellos que lo toman como profesión. Si bien desde hace más de una década, los programas de Educación provinciales contemplan carreras de formación pedagógica, esta nueva nueva oferta abre las puertas a toda la comunidad.

El Taller de Dibujo y Pintura es la plataforma de despegue donde se adquieren los elementos y herramientas esenciales para luego profundizar en los distintos lenguajes. Para este Taller no es necesario conocimientos previos de dibujo. El aprendizaje comienza desde lo básico a lo complejo. Elementos básicos del código visual, naturalezas muertas, pasando por la representación formal para después componer finalizando con una introducción al paisaje y al retrato. Experimentamos con distintas técnicas secas (grafito, tiza pastel, lápiz blanco, como también técnicas húmedas (tinta china, aguadas, lápices acuarelables) (Alcorta, 2017).

Los talleres disponen de certificación mediante la asistencia y trabajos parciales y finales y si bien no se otorga titulación su equivalente sería al de una diplomatura oficial. Cada cohorte está conformada por los primeros inscriptos ya que es limitado a un cupo. En el caso de los talleres para adultos se deben tener estudios secundarios finalizados.

En cada aula se reciben 30 asistentes y hasta un 10 por ciento son alumnos especiales. En la práctica hay algunos cursos que han llegado a tener entre 7 y 8 alumnos especiales. Y por otro lado, dada la deserción en los primeros meses siguen ingresando alumnos que quedaron en lista de espera por bajas. Esta modalidad está siendo aplicada desde las últimas cohortes ya que en algunos casos se producido bajas de hasta un 50 por ciento antes de las vacaciones de invierno.

La población de asistentes va desde personas recientemente egresadas del nivel medio a adultos mayores de más de 70 años de edad. En algunas aulas, la presencia femenina alcanza el 95 por ciento de la clase. El promedio de edad está en los 47 años. En casi todos los cursos hay un profesional de Arquitectura o de las carreras de Arte de la Universidad Nacional de Córdoba.

La mayoría de los asistentes ha llegado al taller por recomendación de otra persona desconociendo que este tipo de actividades fueran dictadas por parte de los institutos superiores. El Taller de Dibujo y Pintura es el más recomendado ya que no requiere experiencia previa ni dominio de la práctica. Eso lo convierte en el trampolín de lanzamiento para el resto de la oferta educativa.

Para la cursada es necesario tener aprobado el secundario. Respecto a los asistentes especiales se han dado caso de personas hipoacúsicas, sordomudas, con limitación de movimiento, con déficit cognitivo leve o moderado y con malformación de miembros superiores. En algunos casos, han contado con la asistencia de docente integrador. El principal limitante para este taller es la discapacidad visual profunda o ceguera. Afortunadamente otras condiciones ópticas no generan limitantes como por ejemplo la daltonía, miopía, tensión ocular, entre otras.

La ausencia de extremidades superiores no debería representar una limitante total ya que con entrenamiento específico se pueden usar otras partes del cuerpo como boca y pies. En el caso de brazos reducidos y siempre y cuando las manos estén entrenadas se puede hacer la práctica reacomodando el cuerpo y los elementos de dibujo y pintura.


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